El boseto fue generado por la selección de partes de borradores ideados por los alumnos y definido entre docentes del Departamento de Arte y Comunicación de la escuela, con el acompañamiento de la inspectora de Educación Secundaria profesora Patricia Neyertz.
La producción emplazada en la pared – corralón de la oficina ubicada sobre calle Italia – entre Velez Sarfield y Ameghino de Adolfo Gonzales Chaves – se denomina “Cambiarle la cara a la educación” y fue elaborada a partir de varias técnicas como: dibujo, pintura, mosaiquismo y collage con chapa y hierro.
Se trabajó aproximadamente veintidós (22) horas, dando comienzo el pasado 13 de noviembre y finalizando este viernes 28.
Sobre un momento especial del ciclo lectivo 2014, el fin de curso y la culminación de los pasos por la escuela secundaria , once alumnos a punto de egresar de la orientación en Artes Visuales, sellaron una marca muy especial a la hora de reinaugurar una nueva etapa de sus vidas: La creación colectiva de un mural, surgida de sus propias ideas, elaboradas en el marco de búsquedas, recortes y lecturas específicas sobre el arte y sus manifestaciones.
Investigando todo el año, concretaron una obra que recrea una escena del Quijote que nos hace andar junto a él por caminos de fantasías y realidades: Hojas al viento con escrituras de ensueños y misteriosos pensamientos, ojos que se animan a indagar en rutas de locuras internas y una frase robada a Alfredo Alcón, que nos invita a sumergirnos en las delicias de una disciplina, develando: “ El arte tiene que afinarte el alma”.
Las chicas y muchachos de la EES 3 conversaron durante todo el tiempo del armado con vecinos de la cuadra, referentes de educación que trabajan en la oficina de Sede de Inspectores donde se alza la obra, con estudiantes – pares de otras instituciones – e incluso, intercambiaron gestos de cariño y complicidad con los más chicos – de niveles educativos de Primaria e Inicial de instituciones del barrio – quienes diariamente pasan por la calle Italia rumbo al Natatorio Municipal, redescubriendo en sus rostros las ganas de imitarlos.
Por otra parte, los alumnos también recibieron la visita del profesor de Educación Física Víctor María Bermartino, quien junto a su familia viviera durante la infancia en el edificio intervenido. El docente fue invitado especialmente para conversar sobre las vivencias en la casa que compartía con su madre, la referente educativa Tesita Carrizo, ex directora de la Escuela N° 20, anexa al lugar y docente de diferentes instituciones educativas.
Víctor detalló “sus andanzas por el barrio con amigos de la escuela”, describió las especies vegetales que, recordaba, acompañaban su paisaje de infancia y que todavía se conservan, rescató los valores de aquella época; y el juego de los niños en las veredas y calles del pueblo.
Durante unos tres a cuatro días inmejorables en cuanto al clima, docentes, directivos y alumnos convivieron en un espacio de la ciudad, reinventado en experiencias y robado a la rutina diaria. Atravesando épocas: se aprendió, se compartió, se ensayó y redifinió; se jugó y se procesaron estados de ánimos, técnicas, saberes e inventiva… se desafió a los vientos, como el Quijote, apostando a los sueños…
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